jueves, 2 de julio de 2015

Mercaet a la Mar

Estimad@ compañer@:
Lamentamos comunicarte que pese al esfuerzo hecho por toda la organización del Mercaet a la Mar para que el proyecto arrancara su primera edición coincidiendo con la feria de julio,  finalizado el plazo de inscripción el pasado viernes,  no hemos alcanzado número suficiente de solicitudes. 
Muchos han sido los obstáculos encontrados,  pero sin duda el mayor de todos,  el corto espacio de tiempo desde que recibimos el visto bueno de la administración. El proyecto fue presentado en el mes de abril al Ayuntamiento,  sin embargo,  se vio paralizado por las Elecciones autonómicas y municipales,  lo que ha supuesto una demora de más de un mes difícilmente recuperable. 
Eso a su vez ha hecho imposible conseguir patrocinios y/o colaboraciones que redujeran los costes de la infraestructura necesaria para la muestra.  Y aunque sabíamos el hándicap que suponía el elevado coste de la casetas la ilusión por ver materializado este proyecto nos ha llevado a mantener la convocatoria, habiendo resultado finalmente inviable. 
Sentimos profundamente la expectativas creadas para aquellos que sí habéis rellenado la solicitud ,  aunque os animamos a continuar con nosotros para que muy pronto el primer Mercaet vea la luz.
Por nuestra parte vamos a continuar luchando por ello y con todo el trabajo realizado planificaremos con garantías el proyecto,  conseguiendo patrocinios y colaboraciones que hagan de este sueño una realidad. 
Estamos seguros que el Mercaet a la mar será un éxito del que todos podremos participar. 
Un fuerte abrazo y seguimos en contacto para vernos muy pronto. 
LA ORGANIZACIÓN..... 

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Paseo de Veles e Vents (Port de València)

lunes, 22 de junio de 2015

Mostra d`Artesanía/Gastronomía Contemporánea: I Mercaet a la Mar 15`



Estimad@s Artesan@s y Público en general:

 

            La Asociación de Artesanía "Artesanario" CONVOCA:

 

 La Mostra "I Mercaet a la Mar" para los días 17 al 26 de julio próximos, en el Paseo de Veles e Vents de la Marina Real Juan Carlos I (Puerto de Valencia).

 

            Queda ABIERTO, por lo tanto, el Plazo de Inscripciones de l@s artesan@s que deseen

 participar en dicha Mostra d`Artesanía y en las especialidades de:

 

            Ilustración, Cerámica, Vidrio, Cuero, Joyería, Bisutería, Textil, Madera, Panadería,

 Complementos, Jabones y Cosméticos, Iluminación, Embutidos, Quesos, Aceites, Juguetes de

 madera, Gadgets, Moda Infantil,  etc.

 

            El plazo de admisión de solicitudes finalizará el 26 de Junio de 2015 y posteriormente  a

dicha fecha, se procederá a la selección de los participantes en la Mostra, siendo informados

oportunamente de cualquier eventualidad que acontezca.

 

            Para optar a ser seleccionad@ por PRIMERA VEZ, es necesario cursar la solicitud a la dirección e-mail a:

 

            mercaetalamar15@gmail.com, adjuntando breve curriculum del artesan@ e imágenes del taller y del producto a exponer en el puesto de la Mostra.

 

 

Ficha de Inscripción:

 

            - Nombre del taller:

            - Titular o representante:

            - CIF/NIF:

            - DCA Nº:

            - Dirección/Fiscal:

            - Teléfono/Móvil:

            - Correo electrónico:

            - Web o blog:

            - Actividad artesanal:

            - Rótulo del stand (máximo 15 letras):

            - Colectivo artesano al que perteneces:

            - Persona que atenderá el puesto:

 

Bases de Participación:

 

 Ver Mercaet a la Mar http://mercaetalamar.blogspot.com/



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Paseo de Veles e Vents (Port de València)

martes, 24 de marzo de 2015

Socio/Economía: El Cabanyal-Canyamelar, un problema territorial más allá del urbanístico




20.03.2015 | 04:15
 
Jorge Hermosilla Pla

La regla es ir contra las reglas cuando no se puede conseguir de otro modo un resultado feliz». El arte de la prudencia. Baltasar Gracián.- Esta reflexión del jesuita, a mediados del siglo XVII, podría servirnos
de referencia para adivinar cómo lograr una solución satisfactoria y beneficiosa para el barrio del
Cabanyal-Canyamelar.

Ante situaciones de conflicto que se prolongan en el tiempo, es aconsejable la adopción de decisiones prudentes, prácticas, a la vez que atrevidas, capaces de resolverlas.

Cuando se declaró BIC a la singular trama reticular que caracteriza al Cabanyal, en 1993, se desconocía el devenir de este barrio tradicional de València.

Desde entonces, transcurridos más de 20 años, no deja de sorprender cuál es el actual escenario del 
barrio, en el que se ha asentado un conflicto politizado y judicializado como resultado del PEPRI Cabanyal-Canyamelar (1998-2001) y la suspensión del Plan por el Ministerio de Cultura (2009).

No somos juristas, pero como ciudadanos nos preocupan las consecuencias que para los vecinos y las 
vecinas han tenido este proceso que se alarga más de dos décadas.


Desde la Universitat de València, institución pública comprometida con su entorno territorial, mostramos nuestro interés en conocer la situación real del barrio y apuntar las posibles alternativas 
que puedan facilitar su desarrollo.

La Universitat de València decidió, a través de su Consejo de Gobierno, la elaboración de un informe de perfil multidisciplinar que permitiese la identificación y el conocimiento de la situación del barrio.

Un colectivo integrado por especialistas de diversas disciplinas, como la economía local, la historia del
arte, la sociología, la geografía, los servicios públicos, el derecho o el patrimonio cultural, abordaron un
análisis plural y global (*), y participativo... pues se contó con la implicación de colectivos sociales del 
barrio, como son las asociaciones de vecinos, las de empresarios, las de carácter cultural, o de perfil 
reivindicativo; así como la colaboración de los portavoces de los partidos políticos con representación
en el consistorio municipal.

El Cabanyal-Canyamelar es un barrio tradicional, que forma parte de los Poblados Marítimos, que
contaba con unas doscientas barracas en el siglo XVIII, y que tras el incendio de 1796 fue adquiriendo
una planta urbanística ortogonal, reticular, hoy una singularidad espacial.

Cuenta con una localización privilegiada, en el frente marítimo de la ciudad, próximo al puerto de 
València y a las dos universidades públicas ubicadas en la Avinguda dels Tarongers, la Universitat de 
València y la Universidad Politécnica.

Se trata de un barrio activo socialmente, con un alto nivel de participación y asociacionismo.

Es reconocida la actividad de agrupaciones musicales, colectivos relacionados con la Semana Santa 
Marinera, asociaciones vecinales, plataformas reivindicativas, colectivos empresariales, asociaciones
falleras, etc., que le proporcionan un contrastado dinamismo social.

Los autores del informe entendemos que los problemas del Cabanyal-Canyamelar no se limitan, no se 
circunscriben, al ámbito urbanístico. Si bien son los más conocidos.

El barrio está experimentando en las últimas décadas unas profundas transformaciones sociales, que desdibujan su situación de antaño.

Problemas relacionados con la terciarización de su población activa (más del 75%), con el proceso de
envejecimiento, con la pérdida de población (en los últimos cuarenta años ha disminuido un tercio), con la aparición de bolsas de inmigrantes de diversas nacionalidades y etnias, y el consiguiente proceso de la «guettización» de parte de él.- Además se ha asentado un sentimiento de incertidumbre y de 
desarraigo entre la población residente.

El barrio pues padece una ralentización económica, como consecuencia de la regresión de actividades tradicionales y los problemas específicos del sector comercial, así como una fractura social, derivada de la desaparición de actividades de antaño y de las posturas antagónicas creadas bajo el amparo de la prolongación del Paseo al Mar.- Se suceden actitudes que defienden la modernidad, las oportunidades de negocio con la prolongación, de otras que la relacionan con el origen de las ocupaciones ilegales de numerosas viviendas deshabitadas o los derribos de construcciones.

El paisaje y el paisanaje urbanos se han visto degradados.

La imagen actual se aleja de aquella idílica de un barrio tradicional marinero.

La degradación paisajística ha ido ganando terreno al barrio.

La imposibilidad de otorgar cualquier  tipo de licencia no sólo en la zona PEPRI (1999) sino también en 
la BIC (1993), contribuye a esa sensación de paralización progresiva del barrio.

Con todo, la imagen del barrio Cabanyal-Canyamelar se ha visto profundamente deteriorada.

Situación que ha desembocado en un atractivo depreciado y en repercusiones negativas tanto económicas como sociales  para él.

¿Qué necesita el barrio para su recuperación?

¿Qué se debería hacer para restituir su imagen de barrio atractivo?.

Las acciones necesarias para su «rehabilitación territorial», es decir, para su recuperación física 
(urbanística), económica (diversos sectores) y social (fomento de la ciudadanía), requieren un 
planteamiento integral, participativo, coherente y resolutivo, además de voluntad por parte de la 
totalidad de los actores que participan en la actividad social del barrio.

La recuperación real del Cabanyal-Canyamelar, como la de cualquier otro barrio con similares debilidades y amenazas precisa de un enfoque pluridisciplinar basado en la colaboración de todos los
actores (económicos, políticos, sociales, culturales, académicos?) que interactúan en el barrio, en el consenso, en el sentido común (de manera que no se puede dilatar más en el tiempo y los beneficiarios deberían ser los vecinos y vecinas del barrio), y en la actitud resolutiva, de manera que se
supere la actual paralización de la resolución del problema del Cabanyal-Canyamelar.


El plan diseñado por los especialistas de la Universitat de València aboga por una batería de acciones necesarias y realizables destinadas a la rehabilitación integral del barrio.

Entre esas acciones se recoge la elaboración y la aprobación de un Plan Integral Socioeconómico.

La rehabilitación arquitectónica y paisajística del barrio

El acondicionamiento social de las viviendas (evitando las ocupaciones ilegales y promoviendo 
programas de rejuvenecimiento social).

La reactivación de actividades económicas como el comercio, el turismo, los servicios profesionales y la construcción (en concreto la rehabilitación de viviendas).

El programa de residencias universitarias extensivas que pretende el desarrollo de una iniciativa que aúne los esfuerzos de la corporación municipal, los empresarios locales, las universidades públicas y los ciudadanos.

El programa de reactivación cultural, respuesta a la actividad presente y futura de los colectivos y asociaciones locales.

Las acciones dirigidas a la sensibilización, la concienciación y la recuperación de la imagen del 
Cabanyal-Canyamelar, como un barrio tradicional con una historia singular, que facilite el sentimiento (y el orgullo) de pertenencia a él...

Y finalmente un programa que incentive la convivencia y la colaboración entre ciudadanos y entre 
colectivos sociales, que permita la recomposición de la paz social del barrio.

Son tiempos del uso de la razón, del sentido común, de la prudencia, de anteponer los intereses de los
ciudadanos a los de otros colectivos, de buscar pactos políticos eficaces y resolutivos, que no pretendan el reconocimiento ni de vencedores ni de vencidos.

Son tiempos de ser innovadores en los objetivos, en las formas de hacer las cosas y en los resultados.

Son tiempos de participación real, de colaboración y de compromiso de las instituciones y asociaciones valencianas por resolver sus problemas territoriales.

Son tiempos de conocer la realidad económica, medioambiental, cultural y social de un barrio singular 
de València.

Es el momento del Cabanyal-Canyamelar !!!

(*) En el informe del Cabanyal-Canyamelar de la Universitat de València participaron Salvador Montesinos, Elena Grau, Luis Arciniega, Josep Vicent Boira, Julia Salom, Víctor Tello, Ignasi Lema y Jorge Hermosilla (coordinador).




sábado, 14 de febrero de 2015

OPINIÓN: José Aledón Esbri


Jose Aledón Esbrí 

Jose Aledón Esbrí ha publicado: "¿Es la guerra parte de la condición humana? No hablamos de

episodios espontáneos de agresividad conducentes a actos violentos. Hablamos de GUERRA, es decir,

de la neutralización o destrucción CUIDADOSAMENTE PLANIFICADA de los recursos humanos y

materiales de otra sociedad. En la historia de la Humanidad ha habido breves períodos de paz

 “universal” (?) incrustados en milenios trufados de guerras. ¿Es esa cruenta cronicidad evitable?

Si los expertos determinan que las guerras son evitables, la sociedad CIVIL Y SUS REPRESENTANTES


deberemos trabajar para que ello sea posible, como ocurre con la lucha contra las epidemias. Si, por el

contrario, se llega a la conclusión de que la guerra es inevitable, ¿no sería oportuno reflexionar sobre

cómo gestionar esa inevitabilidad para que CAUSE EL MENOR DAÑO POSIBLE A LA SOCIEDAD CIVIL (y, 

sobre todo, a su parte más débil: niños y ancianos) que la padece?

El asunto es lo suficientemente serio y terrible como para no bromear sobre él. No quisiera pues que


estas palabras sonaran a cínica humorada sobre un hecho tan horrible y devastador. Tampoco son

fruto de una enajenación mental transitoria de quien esto escribe. Son, más bien, una invitación a

pensar y a actuar para todos y cada uno de nosotros en el tan cacareado siglo XXI.

Hay en el planeta zonas deshabitadas (todas pertenecientes a alguna nación) como para instalar en


ellas lo que podríamos llamar GUERRODROMOS, si se me permite la expresión, en los que neutralizar o 

destruir los efectivos MILITARES humanos y materiales de cualquier nación o grupo de naciones que 

quieran hacer buenas las palabras del Sr. Von Clausewitz («La guerra es la continuación de la política 

por otros medios»). Naturalmente, esos efectivos militares humanos deberían construirse 

exclusivamente con un criterio de VOLUNTARIEDAD y PROFESIONALIDAD. Nada de levas forzosas. 

Deberían ser lugares sólo para GUERREROS. Su extensión debería ser la suficiente, pongamos 

100.000 km2, como para desplegar todos los ingenios ideados para destruir, inutilizar y matar que esa 

parte científica y técnica de las sociedades desarrolladas diseña y crea silenciosamente.

También podrían edificarse núcleos “urbanos” para poner a prueba las capacidades técnicas y 

humanas de cada contendiente, eso sí, ocupados exclusivamente por personal militar. De esa manera, 

el “complejo industrial-militar” internacional podría seguir funcionando viento en popa pero librando de 

sus horribles efectos a esas vastas multitudes que siempre y, ahora mismo, los sufren injustamente.

Tales “guerrodromos” podrían estar ubicados en distintos continentes de manera que los gastos 


logísticos de los contendientes fueran sostenibles y, por supuesto, tutelados y arbitrados por un 

organismo internacional con la suficiente autoridad y solvencia, no permitiendo en el “terreno de 

juego” más que a los profesionales. 

La nación o grupo de naciones vencido deberá acatar el resultado de esa “continuación de la política 


por otros medios”. Eso mismo sucede si recurrimos a los tribunales, en este caso incruentos, para 

dirimir diferencias. Incluso en su vertiente cruenta, en la Edad Media, se recurría a los llamados 

“duelos judiciales” en liza o “campo cerrado”, en los que, personalmente O POR DELEGACIÓN, se 

apelaba a la justicia CON LAS ARMAS EN LA MANO, quedando físicamente indemnes las familias de los 

contendientes.

No hay nada nuevo bajo el sol. 

Bien mirado, el asunto no es tan descabellado como pueda parecer, pues, a diferencia de otras 


épocas, hoy trabajamos en un lugar, nos divertimos en otro, nos atienden si enfermamos  o morimos 

en otro distinto y nos exhiben, después de muertos, en otro totalmente ajeno a nuestro anterior 

entorno habitual.

Se puede pues, guerrear en otro aislado y distante. 

Si resulta – lo que está por ver – que la guerra está grabada a fuego en el ADN social, mejor será que 


la sociedad civil la aísle en esos “campos cerrados” a propósito y aplique con creatividad el lema 

zapatista (de Emiliano Zapata, no confundir) “La guerra para quien la trabaja”. ¡Salud y libertad!" 







domingo, 8 de febrero de 2015

NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES: Podemos...

 Nueve claves sobre la investigación fiscal a Monedero


Si Juan Carlos Monedero ha presentado una declaración complementaria, está admitiendo que antes hizo algo mal.

 Ya que Montoro se está animando a filtrar datos de las investigaciones fiscales, ¿por qué no sigue con la lista Falciani?

 

06/02/2015 

1. Si Juan Carlos Monedero  ha presentado una declaración complementaria y ha pagado 200.000 euros al fisco, implícitamente está admitiendo que antes hizo algo mal: que no cumplió correctamente con sus obligaciones con Hacienda. Es una obviedad, pero conviene subrayarla para quienes solo ven en esta historia una persecución del Gobierno y de cierta prensa, que también la hay. 
2. No, lo criticable en este caso no es que Monedero gane mucho o poco dinero o que facturase a través de una sociedad limitada sin trabajadores: eso es perfectamente legal. Si el Gobierno cree que no debería serlo, tiene en su mano cambiar la ley. El incumplimiento de Monedero con el fisco –que él mismo admite al regularizar su situación– fue cobrar ese trabajo a través de una empresa que acababa de crear. Según su propia versión, esos 425.000 euros son el pago por dos años de trabajo. De ser así, tenía que haber facturado como autónomo, o crear la empresa antes de empezar a trabajar. 
3. Es plausible que este error sea consecuencia de un mal asesoramiento fiscal; no sería al primero que le pasa. Pero esta explicación no sirve como disculpa absoluta. Pagar correctamente tus impuestos siempre es una responsabilidad personal.
4. Monedero no puede actuar como los mismos políticos que, con razón, critica, y enrocarse en el y tú más o en ese “Montoro, no te tengo miedo”; una frase que pronunció apenas unas horas después de poner en orden su situación fiscal. Tiene que aportar toda la documentación y los contratos de este asunto porque 425.000 euros –medio millón de dólares al cambio– no es una cifra menor ni el origen del dinero está libre de sombras. Era necesario explicarlo con papeles antes de que presentase una declaración complementaria y ahora lo es mucho más.
5. Con todo, es exagerado comparar este asunto con el caso Bárcenas, como ha hecho el portavoz del PSOE Antonio Hernando–. También es lamentable que la misma vicepresidenta Sáenz de Santamaría que se escuda en que ella solo habla del Gobierno cuando los periodistas preguntan por la caja B de su partido sí tenga en esta ocasión ganas de opinar. Además mintiendo: “si todo el mundo hiciera como Monedero” habría más dinero para hospitales porque el cofundador de Podemos, aunque sea tarde, ha pagado ya. 
6. También es impresentable y verdaderamente preocupante la manera en la que funciona el Ministerio de Hacienda desde que Cristóbal Montoro está ahí. Cuando eldiario.es publicó en exclusiva, hace más de un año, la existencia de las tarjetas black, la única respuesta oficial que recibimos fue la amenaza del fiscal de Madrid, preocupado por la “intimidad” de Blesa; no, en esa ocasión los inspectores de Hacienda no fueron animados a investigar. Tampoco parece que hayan tenido especial prisa con la duquesa de Alba, esa grande de España con cuenta en Suiza; casualmente, el informe fiscal sobre su fraude llegó al juzgado poquito después de que se hubiese muerto ya. 
7. Es la misma Hacienda que, en el caso de la infanta Cristina, defiende que las facturas falsas sirven para desgravar. O que culpa al arquitecto que cobró en negro la obra de la sede del PP en Génova, en vez de al partido. O que se carga a una inspectora a la que se le ocurre meter mano a una gran empresa. O que purga a aquellos que no son afines al señor ministro. Es esa misma Hacienda que, casualmente, con Monedero actúa a toda velocidad.
8. Los datos fiscales de todos los españoles son secretos. Es discutible si debería ser así, o si tendrían que ser completamente públicos. Lo que no es tolerable es que la 'transparencia' sea solo para los rivales políticos del Gobierno. Es gravísimo. Eso solo pasa con gobiernos autoritarios o democracias de muy baja calidad.
9. Ya que el ministro Montoro está tan animado a difundir información sobre inspecciones fiscales, ¿por qué no sigue con la lista Falciani?