El túnel para camiones llegará desde el Cabanyal y cruzará el canal en dirección a los muelles comerciales
El plan de usos de la Marina marcará una serie de
restricciones de usos y propiedades en la franja de terreno que debe
ocupar el futuro acceso norte al puerto. Se trata de un requisito
establecido en el convenio pendiente de firma entre el ayuntamiento y el
Gobierno, según indicó ayer el concejal de Urbanismo, Alfonso Novo.
El acceso norte es un ambicioso túnel de dos tubos que
debe atravesar la Marina desde la Malvarrosa y el Cabanyal en dirección a
los muelles comerciales y para contenedores, algunos en plenas obras en
la actualidad. Pretende reducir en más de 30 kilómetros la distancia
que recorren ahora los camiones desde la entrada norte de la ciudad, al
evitar que rodeen todo el municipio por el by-pass y la V-30.
Novo comentó que no debería haber ningún problema de
compatibilidad, dado que el túnel se hará con tuneladora y a mucha
profundidad, aunque la servidumbre es una de las condiciones que ha
querido incluir el Ministerio de Fomento y la Autoridad Portuaria en el
acuerdo que ahora se define. De este modo, el Consorcio Valencia 2007
podrá alquilar o edificar en la franja de terreno afectada, aunque
teniendo siempre en cuenta el proyecto pendiente de realizar.
Las obras carecen de calendario fijado y su elevado coste
hace que se plantee incluso la alternativa de que nunca se lleguen a
hacer. La última cifra conocida era de 800 millones de euros, con una
serie de modificaciones en los muelles.
La Generalitat es la que ha liderado esta iniciativa,
dentro del reparto de inversiones con el ministerio. En los últimos
lustros se han planteado varias opciones, como un túnel de peaje, sólo
para camiones o que sirva incluso de ronda este para la ciudad, con una
prolongación hasta las inmediaciones de la autovía de El Saler.
El único «empujón» realizado hasta ahora fue la parte en
superficie, entre Port Saplaya y el bulevar Serrería, donde se habilitó
parte de la calzada en sentido de salida de la ciudad. El resto ha
sufrido una «suspensión temporal» por modificaciones en el proyecto.
El problema es que la parte más costosa es el propio
túnel, donde no se ha movido ni una piedra. Es más, cuenta con la
oposición de la Federación de Vecinos por el impacto que pueda causar en
el Marítimo y su inusual coste.
Sobre la reserva de suelo, el concejal indicó que el
lugar asignado ahora, o cualquier otro que surja en el desarrollo del
proyecto, volverá a manos del Consorcio para su explotación con todos
los derechos registrales una vez realizado el túnel. De los alquileres
depende en gran medida la devolución a los bancos de los 320 millones de
euros concedidos hace años para la transformación de la dársena
interior con motivo de la Copa América.
Novo aseguró que la firma del convenio será «cuestión de
días». Después, el acuerdo debe recibir el visto bueno del Ministerio de
Hacienda y pasar por el Consejo de Ministros. La previsión es que todo
este proceso culminará en diciembre, lo que da idea del retraso
acumulado. El plan de usos repartirá la Marina entre distintas
actividades, como la apertura de tiendas, oficinas, restaurantes,
negocios náuticos o incluso un hotel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario